9 jun 2008

SE SECA EL POZO DE DONATO


(Artículo aparecido en Boyacá 7 días, el 28 de abril de 2008)

El Pozo de Hunzahúa, conocido popularmente como el Pozo de Donato, está dejando de ser un atractivo turístico de Tunja, pues se ha convertido en un charco.
El caudal de agua se ha ido perdiendo con los años, pero el problema se ha acentuado en los últimos veranos.
Rafael Cortés, propietario del restaurante la Piza Nostra, quien tiene en comodato el lugar, dice que desde hace dos años el Pozo ha perdido más agua, lo que al parecer se debe a la canalización de las aguas de los ríos que pasan por las cercanías del sitio.
Según Cortés, en dos años se han perdido de 20 a 25 centímetros en la altura del nivel del agua, seguramente debido a que de esas aguas muchas se filtraban hacia el Pozo.
Cortés propone que Sera Q.A. intente llenar el Pozo para determinar el nivel de filtración y realizar un trabajo de dragado para sacarle la maleza.
El alcalde de Tunja, Arturo Montejo, dijo que ya se han adelantado conversaciones para hacer un gran trabajo de dragado y sacarle de esa manera la maleza, lo cual se hará con la asesoría de Corpoboyacá para no afectar las especies naturales.
Lo cierto es que el Pozo cada vez tiene menos visitantes y que los turistas que llegan a Tunja se muestra desencantados frente a lo que queda del tradicional sitio histórico.
La historia dice que cuando los españoles llegaron a los terrenos de Hunza, los Chibchas echaron gran cantidad de oro y esmeraldas al pozo, los que llevaron en petacas de mano en mano de centenares de indígenas, desde el palacio del Zaque hasta el pequeño lago.
En la época de la Colonia un español llamado Donato Rojas gastó incalculables fortunas en la búsqueda de los tesoros, sin ningún resultado favorable.
Dado el fracaso de hispano, el charco tomó el nombre de Pozo de Donato. Después del español Donato, tanto durante la Colonia como durante la República, varios fueron los intentos fallidos por desaguar el pozo, con la inversión de grandes sumas de dinero.
Desde hace unos 200 años, cuando se le reconoció al Pozo su importancia histórica, se han adelantado gestiones para no dejarlo secar, pero parece ser que el tiempo logrará lo que Donato no pudo.
"No era un pozo, era una laguna': Ocampo
El presidente de la Academia Boyacense de Historia, Javier Ocampo López, dice que hace 1.000 años lo que había en el lugar era una gran laguna, que llegaba hasta lo que hoy se conoce como la Glorieta Norte y los barrios La María y Mesopotamia.
Sin embargo, cuando llegaron los españoles en el Siglo XV, el lugar ya había sufrido un proceso de desecación, aunque el Pozo sí era más grande de lo que se conoce en la actualidad.
"El Pozo contiene aguas freáticas provenientes de más de 16 fuentes de agua que existen en la ciudad y que están intercomunicadas de manera subterránea", señala el historiador, quien considera que es difícil o imposible que se seque del todo.
En los siglos XVII y XVIII el Pozo de Hunzahúa y las fuentes termales de San Ricardo eran los dos grandes sitios turísticos de Tunja y era común ver personas y familias tomando baño en lo que hoy se conoce como Pozo de Donato.
Ocampo López explica que los terrenos donde hoy funciona la Uptc eran tierra firme y que en ese lugar estaba ubicado el Templo de Goranchacha, que es de donde provienen las enormes piedras, en forma de falos, que hoy están ubicadas en los alrededores del Pozo de Hunzahúa.
En 1942, en terrenos cercanos a la Glorieta Norte, en donde hoy está el restaurante Brasas de Oro, fue encontrado un tesoro. Algunas de las piezas halladas están en el Museo de Oro.

Comentario:

Nadie sabe que el Pozo de Hunzahúa se ha estado "ahogando" principalmente por las sucesivas intervenciones que ha tenido: la avenida que lo corta, el cercado de piedra que construyó la alcaldía cuando el pozo era un basurero, el ruido de la pizzeria con sus canes vigilantes, y la ridícula iluminación navideña cada fín de año. El Pozo es un lugar natural y debe respirar, los juncos y plantas nativas que deben extenderse en sus riberas ya no están y no pueden darle la expansión necesaria. Estas intervenciones lo afectan como espacio físico natural y como espacio sagrado: la flora y fauna propias ya no viven en él, las externas lo deterioran; de la misma manera los espíritus ancestrales se alejan por dicho ruido y disonancia; como espacio de culto al aspecto femenino de la naturaleza requiere silencio, los falos de piedra que han colocado, no pertenecen al lugar, estos son para el culto al aspecto masculino y deberían estar en su original lugar, además enterrados, como así era antes.

¿Cómo esperan recuperarlo dragándolo y echándole agua? Esa sería otra intervención más agresiva, lo mejor sería limpiarlo, quitarle ese muro de piedra y que la pizzería se fuera a otro lugar.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene razón en algunos aspectos, es un lugar sagrado y debe permanecer sagrado, pero si se va la pizzeria, ¿quien intervendría el lugar? acaso será que dejándole el sitio a la UPTChe se comprometerían a devolverle su pasado resplandor? la verdad se deterioraría como otros monumentos que permanecen en sus instalaciones, llenos de malezas.
No estoy de lado de las empresas que hacen presencia en el lugar, es simple lógica, almenos como está es un gran atractivo turístico y hacen el esfuerzo por cuidarlo y que no lo llenen de grafitis comunistas y antipolíticos como lo han hecho en toda nuestra hermosa ciudad

Anónimo dijo...

Desde Bucaramanga escribo el 20 de Abril de 2011 para manifestar mi alegría en medio de la tristeza por el crudo invierno que inunda a Colombia. La alegría radica en saber que está resucitando el Pozo de Donato y en que la naturaleza misma demuestra que las venas subterráneas de agua en Tunja son reales. No mas sed. solo hay que pensar y actuar científicamente.

Anónimo dijo...

Dar gracias a Dios por tan bello regalo desde la antigûedad para estas épocas de climas tan opuestos. Entiendo que las fuentes subterráneas son tan copiosas y estables, que Tunja podría extraer agua de este pozo para el acueducto del sector universitario. Solo faltan recursos y propósitos. Allí puede construirse el parque del agua.

Anónimo dijo...

Que originales, como hago para tener el logo de "Chicha Nostra", puedo usarlo sin problemas, sin fines comerciales?

Anónimo dijo...

Señores del bog "Chicha Nostra", podrian enviarme su log al e-mail rammsteiniano@hotmail.com, se lo agradezco.

Anónimo dijo...

el pozzo cada vez es menos visitado, y poco a poco tiene menos agua.

Antonio J. Gómez dijo...

El impresionante espectáculo de las noches del Pozo de Donato de los años cincuenta producían al observador un estremecimiento espiritual saturado de magia, de poesía, de estrellas que se reflejaban en las tranquilas aguas, de una luna de plata que parecía flotar entre las sombras que proyectaban los eucaliptos sobre la superficie virginal. Las sobrecogedoras vibraciones de los ecos de miríadas de ranas, los graznidos de las garzas que se hartaban de renacuajos y pescaditos hundiendo sus largas zancas en medio de los juncos embargaba el espíritu con la conciencia de una naturaleza todavía respetada, viva y retozante.
En aquella época de mi lejana niñez se podía ver un pantano de kilómetros de extensión, en el cual, como corazón profundo, limpio, palpitante de vida y de verdor, se encontraba el pozo. Las ciudad terminaba entonces casi un kilómetro más al sur, y nada, ni siquiera el ocasional paso de un vehículo por la solitaria carretera a Paipa perturbaba este solaz, esa paz vibrante que palpitaba con vida, con leyenda y con historia, esa comunión de magia con sonidos de la naturaleza.

Conocí la leyenda de las columnas de oro que sostienen la ciudad; supe de la cimentación que mágicamente une a la catedral con las misteriosas profundidades del pozo. Me senté muchas veces en sus orillas para contemplar las ranas, los renacuajos, las garzas y los pececillos y tratando de imaginar la larguísima fila de gente pasando de mano en mano el tesoro de Hunzahúa para salvarlo de la lujuriosa barbarie que por el oro traían los conquistadores, siguiendo el camino que venía de la ciudad por donde es hoy La María y La Colina, porque los pantanos no permitían el paso por donde hoy va la avenida.
”El pozo al que no se le ha hallado fondo”, se decía en mi niñez. Por eso me detuve una vez a observar con sorpresa y hasta con frustración un eucalipto partido por el viento que sobresalía de las aguas, clavado en el fango del fondo a no más seis o siete metros de la superficie.

Un día de 1974, un grupo de profesores de la UPTC que conformábamos la tertulia literaria ”El carnero” bajo la dirección de Enrique Medina Flórez, nos decidimos a trasladar al pozo los falos líticos que se encontraron alrededor de las ruinas del cercano templo de Garanchacha. Después de muchos esfuerzos burocráticos y logísticos logramos hacerlo y nos sentimos orgullosos de nuestro éxito, porque ya los taladros de los ingenieros que construían el barrio La Colina habían comenzado a colocar las cargas explosivas; la alternativa era moverlos de allí o verlos volar en pedazos con dinamita. No se nos ocurrió entonces en la gravedad que rodeaba el momento entrar en la consideración de que el pozo y sus alrededores, es, desde todo punto de vista, un entorno femenino: el agua, las ranas, lo lunar, el pozo mismo, es una vagina cósmica. Los falos líticos no estaban destinados a ese lugar en la época muisca imposible de acceder con monolitos tan pesados (17 tonaladas tiene el mayor de ellos), sino que se clavaban en impresionantes ceremonias para fecundar la tierra, pero claro, no en ese santuario de paz natural, sino a la orilla del pantano, en el templo de Garanchacha que era el tálamo nupcial donde se llevaba a cabo el coito cósmico que en la cosmología muisca creaba la vida y a cuyo alrededor danzaba la leyenda de la madre Bachué cuya fecundación fue más allá de lo natural, de manera que en múltiples alumbramientos de cientos de bebés terminó con el curso de los años por parir a la humanidad entera.

Antonio Gómez
antropólogo
mocanit

Anónimo dijo...

Me encanta ésta opinión.